Pinar de Hierro, Chiclana, Cádiz
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jueves, 29 de marzo de 2018
jueves, 22 de marzo de 2018
Piscina-vivero del yacimiento romano del Cabo Trafalgar.
La noticias de que el temporal había dejado al descubierto estructuras de época romana hicieron trasladarme a ese enclave de la costa barbateña.
Como el día aparecía con claros y nubes, me arriesgué. Me costó una buena mojada, aunque, como dice el refrán, sarna con gusto no pica.
Me faltaron fotografiar algunos detalles del yacimiento, ante el temporal que se desató.
La laguna intermareal aparece repleta de agua.
Para completar el reportaje, he tenido que aprovechar uno de los días soleados que han seguido al mal tiempo. Lo que me ha facilitado caminar al pie del acantilado y por la orilla rocosa.
Playa de Marisucia
Aprovechando la marea baja, me dirigí hacia el yacimiento arqueológico considerado tradicionalmente como una factoría de salazones o cetaria y que ya había visitado en otra ocasión.
Restos de la embarcación denominada goma. Utilizada para atravesar el Estrecho.
Arrecifes
Vista desde la parte superior del yacimiento.
Las piletas escalonadas, aljibe y disposición en terrazas inducen a pensar más bien en una villa maritima o en un centro de explotación de recursos marinos.
Vista desde el norte de las piletas del yacimiento romano (derecha).
Detalle del interior del aljibe, con restos del revestimiento interior de signinum en las paredes y el suelo.
(Amores, 1979)
En la primavera de 2010 y a consecuencia de los temporales quedó al descubierto y al pie de la considerada como factoría de salazones.
En la actualidad, marzo de 2018, los temporales han vuelto a dejar al descubierto esta estructura situada en ámbito intermareal y excavada en la roca.
Se trata de un posible vivero romano destinado a la acuicultura.
En Hispania un ejemplo cercano son los denominados "Baños la Reina Mora" de la villa romana de la Punta de LÄrenal de Jávea.
Presenta una superficie rectangular de unos 212 metros cuadrados (25 x 8,5 ).
Las dimensiones de esta estructura excavada en la roca cuadran bien con las de las piscinae itálicas
Un elemento de gran interés es la localización de dos canales ( itinera o aestuaria) que interconectan la estructura con el mar, uno artificial con un trazado rectilíneo de al menos 3m x 50 cm de ancho y otro posiblemente natural y de trayectoria curva de 1,5 m por 80 cm de ancho.
En la zona interior del recinto aparecen restos labrados en arenisca.
La datación general de todo el conjunto se ha situado entre la segunda mitad del s. I a. C. y la primera mitad del s.II d. C.
Otros elementos singulares son la serie de entalles o huecos cuadrangulares en la roca. Se supone utilizados para alojar cabezas de grandes vigas de madera.
La superficie rocosa que rodea la piscina se encuentra muy erosionada por la acción de procesos naturales y por la acción extractiva humana.
Zona de cantera
Aprovechando la marea baja,caminé, en dirección al faro, por el borde del acantilado,
Dunas cementadas, con estratificaciones cruzadas de unos 90.000 años de antigüedad
Junto al faro permanece esta torre de origen musulmán del siglo IX
Bibliografía
D. Bernal, C. Alonso y F. J. Gracia / De la acuicultura en Baetica. A propósito de la posible piscina-vivero...