Con tantas caminatas que hago últimamente, se me había traspapelado la que hice la semana pasada a Los Toruños, en el Puerto. Sin darme cuenta, me adelanté con las del camino a Paterna y a Las Limas de Jimena. Bueno, nunca es tarde, tampoco ha pasado tanto tiempo.
Esta vez no voy solo. Me acompañan Juan y Barak, un amigo marroquí. A las 9 menos cuarto, cogemos el tren de cercanías que nos llevará a Valdelagrana. Y a las 9 y cuarto, iniciamos la marcha.
La intención es caminar por unas marismas. Están situadas entre el Río San Pedro y la Playa de Levante.
El río San Pedro y la maraña de caños que llena el espacio de estas marismas.
Nuestro primer hito es el Centro de Visitantes, ya que la entrada a Los Toruños se realiza a través de este moderno edificio. Pasamos por sus instalaciones sin detenernos.
Caminamos por una carretera asfaltada que atraviesa toda la marisma. Está ahí desde hace bastantes años. Ya nos podemos imaginar con qué idea. Seguro, que más de un especulador de terrenos cercanos a una playa, le había echado el ojo. Menos mal que aquí no han podido.
Al poco tiempo encuentro estas Amaryllis belladonna que, desde luego, no pegaban en este medio. No tienen nada que ver con el resto de plantas que lo cubren. Me han informado que posiblemente hayan arrojado restos de un jardín y se han adaptado a vivir por su cuenta. Puede ser, pero estaban muy alejadas de la zona habitada.
Pyrus bourgaeana
También me ha llamado la atención un árbol silvestre, que en mi pueblo le llaman peruétano (piruétano, peral silvestre. Del latín pirus=peral ). Yo los he visto más al interior como en las cercanías del río de Roche y por una cañada de Puerto Real. Es una planta típica del bosque mediterráneo y se encuentra acompañando a las encinas, frecuente en los márgenes de cursos de agua.
Sabina costera (Juniperus phoenicea)
Limonium
Al final del camino, que nos acerca a la playa, hay una zona acotada.
Playa de Levante
Cuando caminamos por la playa, se inició un fuego en las cercanías de Astilleros.
Nos dirigimos hasta la Punta Saboneses. Más tarde, volvimos sobre nuestros pasos en busca de un mirador y una zona de descanso.
Nos dirigimos hasta la Punta Saboneses. Más tarde, volvimos sobre nuestros pasos en busca de un mirador y una zona de descanso.
Camino de madera que lleva al puente sobre el Río San Pedro
Uno de los caños
El puente de madera
Río San Pedro
Por el puente pasamos a la otra orilla. Ya sólo queda atravesar el Pinar de la Algaida.
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