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domingo, 13 de marzo de 2011

ROCHE-CONIL (por el río y por los acantilados) I PARTE


1.-  Roche        2.- Conil         ----IDA      

Este viernes me he levantado temprano. Lo primero que hago es asomarme a la ventana. Quería comprobar si habían acertado con las predicciones meteorológicas que indicaban lluvia. Y no fallaron. Amaneció lloviendo. Y yo, con «mono» de hacer una larga caminata por el campo. Tantas ganas tenía  de salir, que me convencí de que eran  «cuatro gotas». Preparé los trastos y me largué. Tenía previsto hacer un recorrido por el río Roche hasta el faro, y desde allí, por los acantilados, hasta Conil. La vuelta sería bordeando toda la costa.
 Llegué a Roche. Dejé el coche al final de la calle Inglaterra, junto al llamado Puente de Madera. Seguía lloviendo.
Siempre me han llamado la atención en esta zona los helechos. Parece que estamos a más altura y no casi a nivel del mar

La zona del río la encuentro cambiada. Ahora, con las obras del puerto, las mareas suben  por el cauce hacia arriba. Las orillas sufren un gran deterioro. Numerosos árboles van cayendo al cauce.

Hace unos años  había una gran laguna al final del río. Allí he visto numerosos y enormes galápagos. Yo creo que habrán desaparecido. Ahora veo cangrejos.


En el borde del cauce, encontré esta bonitas orquídeas.

eucalipto ( a mí me gusta más calistro)
Aquí podemos ver las distintas capas de sedimentos.
Fósiles
En la desembocadura estuve observando los depósitos de fósiles.LOS FÓSILES DE LOS ACANTILADOS.(clique)

Fotografié en el muelle la zona donde estaba el fósil de una ballena (quedó sepultado por un derrumbe).

Anclas utilizadas en la almadraba (es una de las artes para la captura del atún empleada en Andalucía, Comunidad ValencianaMurcia y Ceuta aprovechando la migración de atunes Atlántico-Mediterráneo (y vuelta) que se utiliza desde tiempos prerromanos. Consiste en instalar un laberinto de redes en el paso de los atunes, que normalmente se sitúa cerca de la costa). 
El Faro de Cabo Roche (clique) está situado sobre una torre del siglo XVI aunque popularmente se  considera de origen cartaginés-

Nada más salir del muelle, bordeé un pequeño y frondoso pinar que está situado en el acantilado.
Empezó a llover con ganas y con un fuerte viento. En esos momentos pensé que la caminata llegaba a su fin. Pero como hoy estaba con deseos de caminar, aguanté bajo la sombrilla de los pinos con la esperanza de que fuera una nube pasajera. Y así fue. A partir de aquí salió el sol, guardé el capote y  reemprendí la marcha dispuesto a llegar hasta  la meta de Conil.

En nada de tiempo se llega a la Cala del Aceite.



A partir de aquí los pinos desaparecen. Pero un espeso monte bajo lo cubre todo. Destacan los jérguenes (que inundan con su olor todo el entorno) y  lentiscos. Sirven de protección a una abundante flora. Me llamaron la atención las centaureas y algunas variedades de leguminosas que no conocía.
leguminosa
Esta es una orquídea denominada conica
El barro, en estas tierras rojas, parece mantequilla. Tengo que ir con cuidado , la lluvia ha transformado el camino en una pista de patinaje.


 Una fina capa de barro rojo lo cubre todo. 

  Me veo obligado a caminar fuera del sendero, con lo que supone de tener que padecer más de un pinchazo con las enormes púas de los jérguenes.

El borde del acantilado también ha sufrido la acción del agua. 
Aparece erosionado y con peligro de desprendimientos. Me aparto prudentemente, por supuesto.
En la primera oportunidad que tengo, bajo por el cauce de una torrentera. Quiero sacar fotos desde abajo, cerca de la playa. Lo hago hasta donde puedo. Un enorme escalón de roca me lo impide.
La vegetación se esfuerza como puede en estas inestables paredes, que parece que al más mínimo movimiento se deslizarán hasta la playa.

Ya falta poco para llegar a las cercanías de la playa de La Fuente del Gallo.
La parte final la he encontrado cambiada. Las urbanizaciones amenazan con cambiar el entorno natural, que hace pocos años permanecía virgen. Espero que con la crisis, se pare la carrera del ladrillo.
Restos de un bunker de la época de la II Guerra Mundial
Al fondo,  entre la bruma, aparece la silueta de La Breña de Barbate
Desde aquí volví hacia el Faro de Roche por el mismo camino. (Las imágenes y el relato de la vuelta lo haremos en otra entrada)

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