Castillo del Berroquejo

Hace un par de semanas salí, con la intención de buscar unas tagarninas, por la carretera de El Pedroso (Puerto Real). Ya es bastante tarde para su recolección pero encontré las suficientes para una buena tortilla.
Como siempre llevo la cámara, aproveché para dar un paseo por los alrededores a ver que podía encontrar. Era tarde ya avanzada. El día anterior habían caído varios chaparrones y puso el terreno con bastante barro. Tuve que sufrir las pergañas. Aún así, subí a una pequeña loma y me topé, a lo lejos, con un peñasco que sobresale en el entorno. Era la Torre del Berroquejo.

La estampa era bonita. Los jaramagos, como fondo de color, ponían su amarillo.

Nos volvimos a casa pensando en volver otro día. Aquel sitio es un terreno privado ( con las consabidas alambradas). Sabía que se llega a sus pies cogiendo por la vía de servicio de la autovía Jerez-Los Barrios. Había que encontrar un boquete por donde entrar.

El segundo día de exploración fuí acompañado de Auxi. Dejamos el coche en la Venta Andrés (en el cruce de El Pedroso) y caminando, en dirección a Jerez, por la citada vía de servicio, llegamos rápidamente al lugar.

Con lo primero que nos tropezamnos fue con la alambrada. Pero qué suerte que las lluvias han excavado un enorme cauce. Permite el paso por debajo de la citada cerca. Estupendo. Pero el barro estaba en todo su apogeo. Así que lo dejamos para un tercer intento.

 Araña cangrejo Napoleón

En  este caso fue con el amigo Juan Moncayo. Dejamos el coche en la misma venta y sin ningún problema nos dispusimos patear el cerro y su torre.

Lo primero que nos encontramos fue una gran cantidad de alcauciles silvestres. Tuvimos que atravesarlos con cuidado porque sus  pinchos amenazaban la integridad de nuestras piernas.

Nos dirigimos al boquete-cauce y sin otra dificultad  llegamos a las cercanías de la torre.

No queda prácticamente nada de la cerca, si bien se distinguen restos de paredones

 Nada más llegar, pudimos observar dos ejemplares de búho real. Estaban posados en la umbría de una enorme higuera silvestre que hunde sus raíces en la misma roca.

 Los alrededores están  llenos de madrigueras de los conejos.

  El acanto ha encontrado aquí un lugar idóneo entre las rocas.

Un mar de cereales rodea al peñasco por el lado que da a Puerto Real.

 El Castillo de Berroquejo, como indican Ruiz Serrano F. y Rodríguez Andrade, “presenta la fisonomía de una típica construcción militar cristiana de tipo mudéjar de época alfonsí y su atribución principal era la de controlar las razzias que… realizaban tanto los benimerines del rey de Fez, como los más cercanos ejércitos del reino nazarí de Granada”

 Las murallas se adaptan perfectamente a las rocas.

 Las grajillas nunca faltan en estos lugares.

Sólo se conserva una torre cuadrada sin cubierta en cuyas esquinas se aprecian los arranques de la bóveda.

 Estas tres fotos del interior las he copiado del blog Druta del amigo JManuel Oneto (ya no está uno para subir por esos muros y rocas).

  Muros que han rodado por la ladera 

Restos de cerámica

Intentamos llegar a lo más alto, pero desistimos. Las rocas estaban resbaladizas y podía ser peligroso.

 Por el lado que da al Norte, hay un bosquecillo de viejos acebuches.

Decidimos volver después de un buen rato dando vueltas por el peñasco.

Cachrys sicula

Me llamó la atención la gran cantidad de insectos que estaban posados en sus flores.

Calliphora vomitoria

Phaenicia sericata. (clique)

Qué tendrá que resulta tan atractiva para los insectos.

 Caminamos, un buen rato, por el cauce que el agua  ha formado con las abundantes lluvias caídas. Enormes rocas de yeso han aflorado.

  Y, como detalle, decir que nos topamos con este rebaño de ovejas. No faltaba ni la negra.

Una última mirada al Berroquejo.

 . Citado con el nombre de Berrueco, también ha sido considerado como uno de los posibles lugares donde estuvo Doña Blanca presa por orden de Pedro I. Puede considerarse como una de las fortalezas alfonsinas de la Orden de Santa María de España.(clique).


Más información: Itinerarium
                                Druta
                               Entorno a Jerez