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viernes, 14 de octubre de 2011

El viejo Castellar


Después de la visita al yacimiento arqueológico de Carteia (San Roque), y en camino hacia Jimena de la Frontera, recorrimos las calles del viejo recinto del castillo de Castellar.

 Situado en pleno Campo de Gibraltar, casi todo su término municipal se encuentra incluido en el Parque Natural de Los Alcornocales.

Merece la pena acercarse a Castillo de Castellar, el "Viejo Pueblo" declarado Monumento Histórico Artí­stico en 1963, situado en la cima de un cerro a cuyos pies se extiende el embalse de Guadarranque, y dentro de una fortaleza de gran belleza en su conjunto, donde destacan el Castillo nazarí­ y el Palacio del Marqués del Moscoso.

.Los musulmanes la llamaron Al-Qasr. De hecho no existe documentación de la existencia de población hasta esta época. Fue a partir del siglo XII, hasta la conquista definitiva a mediados del siglo XV, zona fronteriza estando en varias ocasiones de forma alternativa en manos cristianas y musulmanas. De ese pasado conserva las murallas de su fortaleza medieval, a las que alude su nombre (Castellar: lugar donde hay un castillo) y el de la Frontera.



Entre los edificios singulares, merece destacarse la Iglesia Parroquial del Salvador y el Ayuntamiento, con entradas desde la plaza mayor. La iglesia, de una sola nave, muy posiblemente se emplaza‘ en el lugar de la antigua mezquita. Se sabe que su capilla mayor fue ejecutada por Juan Arias de Saavedra a principios del siglo XVII. En el siglo XVIII fue ampliada, desapareciendo la primitiva estructura bajo pesadas yeserías y bóvedas de cañón.









 Casares
 Destacan las torres de su entrada, con elementos defensivos como las barbacanas que defienden el acceso del castillo, perforadas con saeteras y una puerta en recodo abierta bajo un bello arco peraltado enmarcado por otro de herradura.
 El nuevo Castellar
Su planta es de forma irregular, y posee un recinto amurallado con barbacanas, cubos, torres de flanqueo y torres de ángulo cuadradas y circulares, algunas de ellas coronadas con almenas.


Desde el pequeño patio de armas se accede al caserío interior, con casas blancas y calles estrechas y sinuosas cuajadas de flores.




































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