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viernes, 13 de enero de 2012

CARISSA AURELIA





  Hoy, nuestro camino, se dirige a un yacimiento situado en el término municipal de Espera (Cádiz). Allí es posible encontrar restos de casi todas las culturas que van desde el Neolítico hasta la Edad Media.

La primera parada la realizamos en Bornos. Un café y un buen mollete ( de los famosos de Espera),  regado con el buen aceite de la zona, no era mala cosa, antes de empezar nuestra caminata.

Después del refrigerio, cogimos la carretera de Bornos a Espera. A unos dos km., nos desviamos a la derecha, por una cuasicarretera, y llegamos a las inmediaciones de una casa conocida como La Máquina. Muy cerca pasa, entre olivares, la cañada de las Porqueras, que en suave ascenso nos llevará hasta la finca denominada Vistalegre (parecía un zoológico) y directamente, a Carija y a las ruinas de Carissa.


Tierra de olivos

El castillo de Fatetar se localiza en la cima del Monte Fatetar, en la zona más alta de la localidad de Espera y disfrutando de unas impresionantes vistas tanto del pueblo como de sus alrededores.









Entre la bruma mañanera, destacan las cumbres de la Sierra de Grazalema.

En Vistalegre se nos unió una cuarta expedicionaria. Estuvo todo el día con nosotros. Nunca pensé que un gato hiciera semejante cosa.

El tomillo (Thymus Vulgaris), abunda en estos parajes.
Aquí nos encontramos con una cantera

HEDIONDO (Anagyris Foetida)

Bornos




Al llegar a una zona rocosa, empezamos a encontrar huecos excavados a manera de hornacinas.

  Como podemos observar, el gatito no se perdió ningún detalle.
El cerro Carija



Carissa es citada ya por historiadores romanos como Plinio y geógrafos griegos como Ptolomeo que la consideraban una ciudad de derecho latino que pertenecía a la jurisdicción de Gades (Cádiz) y que tuvo el privilegio de acuñar moneda propia.
Se conforma en terrazas y está rodeada de una muralla circundada por varias necrópolis.


La Necrópolis Norte tiene una cronología ss. I-II d. C., es decir, de época imperial, por lo que en ella conviven los ritos de incineración e inhumación. Las tumbas son de muy diversos tipos -antropomorfas, de doble fosa, fosa simple etc.- y su cubierta pueda ser de ladrillos, tégulas, lajas de piedra etc. 
Tambien existen en esta zona 104 tumbas excavadas en la roca pertenecientes la etapa musulmana.
El monumento más importante de la Necrópolis Norte es un monumento funerario colectivo, que alberga en su interior ocho tumbas, cuatro de incineración (tres de doble fosa y una de fosa simple con cubierta de ladrillos) y cuatro de inhumación, una de las cuales es de grandes dimensiones (más de dos metros). Está situado en uno de los caminos de acceso a la ciudad, debido a que era costumbre de los romanos ubicar los monumentos funerarios más importantes en los caminos de entrada.

La llamada Necrópolis Sur, que es la más antigua de la ciudad, pertenece al período republicano (ss. I a. C.-II d. C.). Las notas más características de la necrópolis son el rito empleado -el de incineración- y la tipología de las tumbas. Se trata, en su mayoría, de hipogeos excavados en las paredes rocosas y que albergaban en su interior varios enterramientos de una misma familia.





También hay un tipo de tumbas excavadas en el suelo y que son exclusivas de este yacimiento, ya que no se han hallado en otro lugar; son las llamadas tumbas con forma de cruz griega (tienen los cuatro brazos iguales). Otras son de planta cuadrada, circular etc. También se ha excavado en esta zona, los llamados Ustrinum, que son los lugares destinados al levantamiento de la pira donde incinerar a los muertos.
En cuanto a los restos del difunto, una vez incinerados, se depositaban en urnas que podían ser de cerámica, piedra, vidrio, plomo, etc., y tenían distinta forma.






Iris planifolia







El recinto urbano de Carissa está, al igual que la muralla, sin excavar. No obstante se pueden observar cantidad de estructuras murarias pertenecientes a edificios públicos, casas etc.




También existe en la zona más elevada de la ciudad un sistema de captación de agua del que parecen formar parte doce pilares visibles en el centro de la ciudad.








El mausoleo conserva restos de tres muros. El muro Sur y el muro Este son iguales: cimientos de sillares de arenisca y sobre éstos el muro de "opus caementicium", que es el nombre que los romanos le daban a la mezcla de arena, cal, agua y guijarros. El muro Norte conserva los cimientos de sillares pero el muro que vemos es bastante posterior y sería fruto de una posible rehabilitación para la reutilización del edificio, no sabemos con qué fin. Durante el proceso de excavación se documentaron más tumbas de inhumación alrededor del mausoleo y cuatro enterramientos infantiles (recién nacidos) en vasijas de barro (los romanos tenían la costumbre de enterrar a los neonatos en ánforas o cualquier otro tipo de vasijas de cerámica). Al noroeste del yacimiento hay otra zona de necrópolis de época tardorromana (ss. II-IV d. C.) donde hay excavadas 27 tumbas de inhumación, sin que aparezcan enterramientos con el rito de incineración debido a que a finales del Imperio se abandona este segundo rito.

Ceratonia siliqua

En esta parte, se encuentra un sistema de captación de aguas (con canales , muros.aljibes,...)














El mayor atractivo del yacimiento es un conjunto hipogeico, excavado en la roca y que tiene tres compartimentos, siendo el central el más importante. Consta de una entrada y un pequeño vestíbulo donde hay un pozo tallado en la misma roca, que probablemente servía para los rituales de los enterramientos. Justo enfrente nos encontramos con el hipogeo de grandes dimensiones.




En la entrada se observan cuatro fosas cuadradas que no sabemos a qué obedecen. Por las características del enterramiento se puede decir que pertenecía a una familia acomodada de Carissa Aurelia.









Villamartín
Tomillar en el camino de vuelta
Otra piedra tallada en forma de cruz, al borde de la cantera.

Vistalegre y sus animales
El castillo de Fatetar y, a sus pìes, el pueblo de Espera
flor de almendro
Al finalizar el camino de vuelta, cogimos el coche y nos dirigimos a Espera con la intención de hacer un recorrido por Esperilla, otro enclave arqueológico interesante (daremos cuenta en otra entrada al blog).



          Carisa
SEMIS                                                siglo I AC
19/20 mm. 5'99 g. V1 (408)
Anverso: Cabeza viril imberbe a derecha.
Reverso
Jinete con lanza y rodela a izquierda. DebajoCARIS.
SEMIS                                                siglo I AC

17/19 mm. 5'41 g. V4 (409)
Anverso: Cabeza viril con casco a izquierda.
Reverso: Jinete con rodela a izquierd
a. Debajo CARISA.
SEMIS                                                siglo I AC
19/20 mm. 4'83 g. V6 (409)
Anverso: Cabeza de Hércules con piel de león a izquierda. Clava sobre hombro derecho.
Reverso: Jinete con 
lanza y rodela a izquierda. Debajo CARISSA.
CUADRANTE                                                siglo I AC
15/16 mm. 2'28 g. V11(409)
Anverso: Cabeza viril a derecha.
Reverso
Jinete con rodela a izquierda. Debajo CARISA (no apreciable).
CUADRANTE                                                siglo I AC
14/16 mm. 2'56 g. V9 (409)
Anverso: Cabeza viril barbada a izquierda.
Reverso: Jinete con rodela a izquierda. Debajo CARIS con la R invertida.


En el Museo Arqueológico de Cádiz se encuentra uno de los dos leones aparecidos en  terrenos del cortijo denominado del Infierno, en las cercanías de Carissa.


Es una figura de carácter apotropaico (aleja el mal o propicia el bien)




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 Museo Arqueológico de Espera  Libertad, 14   956 720432
La información ha sido obtenida de la web Sierra de Cádiz

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