Su pequeño tenderete lo coloca en la esquina de Muñoz Arenillas con la calle Brasil. Ya forma parte del paisaje urbano de esta zona. Antes, lo recuerdo con una moto provista de serones.
Yo lo encuentro todos los días cuando voy a la playa. Así que, me propuse sacar unas fotitos y preguntarle algo de su trabajo.
Sin parar de cortar los chumbos,con gran habilidad, me contó que lleva 33 años con su tarea.
Los trae de Arcos de la Frontera. Es un verdadero buscavidas.Un ejemplar trabajador que se gana la vida honradamente con su esfuerzo. Que nos veamos muchos años, amigo.
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