En estos días, que no estoy para virguerías senderistas, me he dirigido al Puerto de Santa María con la intención de visitar el Castillo de San Marcos ( tan cerca y tan desconocido para mi).
Para llegar hasta allí se nota, cuando callejeamos, que hay una leve subida antes de llegar a la plaza del castillo (luego, buscando información, me entero que aquel lugar era una zona de dunas). Aquí se inició la andadura histórica de este pueblo. A orillas del Guadalete.
El castillo es de planta básicamente rectangular a la que se adosan ocho torres, una en cada ángulo y otra en el centro de cada cara. Todas ellas poseen decoración almohade, están rematadas por almenas en picos y presentan antiguos signos de canteros en sus zonas bajas. El conjunto se rodea de una muralla o cerca no muy alta.
Antes de entrar, di un paseo siguiendo la cerca exterior.
Cerca exterior y puerta de entrada
Blasón de los Medinaceli
Al fondo, el mihrab de la antigua mezquita.
Destaca en el recinto la torre de Santa María o del Homenaje, de planta poligonal con escalera abierta en su interior, que comunica la azotea con una estancia interna. Bajo la torre, se cobija el sagrario de la interesante iglesia gótica erigida por Alfonso X en la plaza de Armas.
El aspecto almohade de la construcción se hace patente en las líneas horizontales y lisas, con resalto, de la parte alta que remata exteriormente la torre hexagonal y en sus bóvedas esquifadas.
Bóveda esquifada es la formada por la intersección de dos bóvedas de cañón sobre un soporte continuo, cuadrado o rectangular. Esta consta de cuatro paños triangulares esféricos y es de aristas entrantes.
En excavaciones realizadas en la plaza y en el entorno del castillo aparecieron vestigios significativos de tres periodos (según López Amador y Pérez Fernández en su libro "El puerto gaditano de Balbo"): La época romana y la Antigüedad Tardía (se prolongó durante casi 650 años), la hispanomusulmana ( en torno a 600-650) y la cristiana, hasta el presente, durante 750 años.
Ya fueron descubiertos a mediados del siglo XIII, cuando Alfonso X mandó construir una iglesia fortificada sobre la mezquita de la alquería andalusí de Al-Qanatir.
Era el edificio más importante de la aldea musulmana . El templo musulmán fue levantado con materiales de acarreo, probablemente procedentes de otro edificio romano más antiguo. Poseía planta de tres naves dividida en cuatro tramos, patio -sahn-, alminar o torre y el muro principal o muro de la quibal, en cuyo centro se abría un recinto sagrado -el mihrab-. Tanto el muro de la quibla como el mihrab, aún se conservan en la construcción moderna.
“Entrega de las llaves de la Ciudad a Alfonso X El Sabio” (Iglesia Mayor Prioral)
Alfonso X en la cantiga 358 relata lo que consideró un milagro «Cómo Santa María del Puerto mostró por su poder un lugar donde se encontraban muchos cantos labrados, que aprovecharon para su iglesia".
Los cantos labrados eran los restos de las edificaciones romanas.
La mayor parte de los restos aparecidos permanecen bajo tierra ( las excavaciones se vieron frenadas por la aparición del nivel freático).Sólo son visibles los que podemos visitar en el Castillo (En el gif animando se indican los lugares donde aparecieron muros romanos)
Junto a la muralla medieval aparecieron construcciones de gran porte (han quedado a la vista, protegidas por una cristalera)
Restos de una doble puerta levantada con opus quadratum africanum; detrás, la muralla andalus
Sobre este lienzo de muralla están expuestos algunos restos.
Lastra de mármol blanca utilizada como lápida árabe con inscripción (en su borde superior) de caracteres Nasji de mediados del siglo XII.
La inscripción frontal castellana está fechada en 1625.
Fragmento de cenefa de una ventana hoy desaparecida
En esta esquina( pasando la cerca exterior, a mano derecha) hay dos muros de fases distintas (bajo tierra).
Detalles en la cerca exterior
En el restaurado lienzo de muralla de la calle Cañas, bajo la muralla y junto a la torre que linda con la Bajada del Castillo, hay una estructura escalonada, de función desconocida, fabricada con sillares de factura romana (bajo tierra)
Punzones, agujas de hueso y colgante de marfil para uso cosmético o adorno personal (Museo Municipal).
Todos estos vestigios indican la importancia de este enclave histórico que posiblemente estarían vinculadas al Portus Gaditanus.
Dentro de la mezquita me llamaron la atención los fustes de columnas romanas ( tres de jaspe rojo; cinco de marmol gris estriados; uno de mármol gris; y otro formado por dos tambores de gran tamaño de mármol gris y de arenisca.
Parte del fuste está enterrado. No se sabe el tamaño real
Trozo de muro de piedra con columna romana adosada. Este era el aspecto original en todo el recinto antes de su transformación en los años 40.
Detalle del techo
Al fondo y sobre el muro de la quibla, el recinto sagrado del mihrab
Detalles a ambos lados del mihrab, sobre el muro de la quibla
La reconstrucción en época alfonsí le afectó en su totalidad, realizándose una serie de importantes transformaciones en los aspectos exterior e interior. Se abandonó el antiguo eje transversal de la capilla hacia el muro de la qibla, orientándola al lado norte, y abriendo una capilla mayor o ábside que se convertiría entonces en principal.
Esta nueva cámara es de estilo gótico y se cubre con bóveda de crucería. La capilla ocupa la planta inferior de la torre del Homenaje del castillo, que se levantó probablemente en el mismo lugar donde podía haber estado el alminar de la antigua mezquita.
Capiteles del ábside que asemejan ser manojos de pescado, pintados, no propios de los templos cristianos bajomedievales ( para algunos investigadores son capiteles "de garra")
En su interior se conserva la imagen de Santa María de España del siglo XIII.
Púlpito de la capilla
La otra gran transformación se produjo a fines del siglo XV y principios del XVI (1454-1501), cuando se realizaron nuevas obras de reforma y consolidación del conjunto a cargo de D. Luis de la Cerda, duque de Medinaceli.
Torre sur con el blasón de la Casa de la Cerda
Esta nueva pieza es una sala alargada cubierta por bóvedas de crucería góticas y decorada posteriormente con elementos neogóticos entre los que destaca un retablo.
Arco de mediados del siglo X con dos inscripciones árabes cúficas simples.(El arco de herradura aparece como elemento decorativo en estelas romanas y como elemento arquitectónico en las iglesias visigodas)
"El poder pertenece a Allah" "El imperio para Dios"
Desde la Sacristía, que sería definitivamente finalizada en el siglo XVII por el arquitecto Francisco de Guindos, se accede a la antigua puerta en recodo de la época alfonsí.
Puerta en recodo
Sahn
Naranjos en el patio de las abluciones o SahnDetalle de dos arcos en un muro
Azotea y Torre del Homenaje, bajo la que se encuentra la capilla alfonsí.
No podía faltar Cymbalaria muralis, en un viejo muro que se precie
Marcas de los canteros
Estos muros también sirvieron, desgraciadamente, como paredón de fusilamientos en nuestra fratricida guerra.
Posteriormente sufriría nuevos cambios; así al siglo XVIII corresponden la espadaña y el campanario de la torre principal.
El Castillo fue sede del Concejo hasta 1729. Fue utilizado como iglesia hasta el siglo XIX y más tarde se readaptaría para viviendas, hasta que a mediados del presente siglo se acometió la última gran remodelación, en la que el edificio adoptó su actual imagen.
"Las obras emprendidas en el inmueble, enmascaran la verdadera naturaleza y la herencia arqueológica e histórica del Castillo. Basta contemplar imágenes antiguas del monumento para poder afirmar que poco tiene que ver el Castillo que fue con el que es hoy" (López Amador- Pérez Fernández)
A falta de grajillas (tan típicas de los castillos), un mirlo las suple.
Luis de la Cerda recibe la presencia de Cristóbal Colón y de Juan de la Cosa, entre otros marinos ilustres.
El mapa o carta de Juan de la Cosa es un mapa pintado sobre pergamino, de 93 cm de alto por 183 de ancho, que se conserva en el Museo Naval de Madrid. En una inscripción dice que fue hecho por el marino Juan de la Cosa en 1500 en el Puerto de Santa María (Cádiz). Dicho personaje y mapa aparecen en una pequeña plaza junto al Castillo de San Marcos en el cual se puede observar un busto de Juan de la Cosa y en una pequeña fuente una réplica del mapa.
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