Esta vez, he acompañado a Vincent y a J,Manuel Amarillo en una visita a esta sierra que tiene un encanto y magia especial. Es un lugar que uno no se cansa nunca de patear.El objetivo era echar un ojo a cuevas y tumbas (Vincent, es un experto en esta materia) . Y por supuesto, sin desdeñar echar en nuestras redes alguna que otra planta que encontremos en el camino.
Echinops strigosus
Silene coelirosa
Foto Amarillo (gracias por la foto, me hará caminar con la imaginación, cuando pasen los años)
Tomando medidas.
Raro es encontrar un espacio abierto y llano, en esta abrupta sierra. (Foto Amarillo)
La cueva de los vencejos. Estuvimos un rato, fastidiando su trabajo de construir un nido, en tan privilegiado lugar.
Vigilados desde el cielo
Contando tumbas. La mayoría estaban colmatadas de piedras.
Tumba y posible sombra de algún espíritu que vaga por el entorno.
Increíblemente limpia.
Benalup, al fondo
Había tantas, que perdimos la cuenta.
Observando unas pinturas rupestres
Pieza de silex
Umbilicus gaditanus
Sedum brevifolium
Espectacular cueva
Pistorinia brevifolia
Stachys oficinalis
Final de la jornada. Aunque todavía quedaban detalles que fotografiar.
Cigarrón áptero
Embalse del Barbate, desde el coche, en el camino de vuelta.
Una jornada fenomenal y en buena compañía.
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