Hoy el paseo ha sido en Chiclana. En un entorno natural acosado por las urbanizaciones.
Encontré una pequeña isla de vegetación, atravesada por un arroyo y formando ya parte de la marisma.
Numerosas aves encuentran aquí un buen refugio: correlimos, cigüeñuelas, garza real, garcilla,... Incluso tuve la suerte de ver un martín pescador sobrevolando las someras aguas del arroyo (lástima de no poder o no saber fotografiarlo).
En horas del atardecer, los reflejos de la luz en el agua, son verdaderamente bonitos.
El objetivo de mi visita a ese lugar era fotografiar a la que mi amigo Amarillo considera como la margarita más bonita del otoño. Y no le falta razón.
Aparecen al borde del arroyo, casi hundiendo sus raíces en el agua.
Destaca su color azulino en el fondo verdoso de las otras plantas propias de la marisma.
Cuando ya faltaba poco para anochecer y estábamos en nuestro camino de vuelta, sobrevoló sobre nuestras cabezas un ejemplar de cigüeña negra. Nunca lo había visto tan cerca.
Ciconia nigra
De hábitos solitarios o pequeños grupos, se suele ver por estas tierras en época invernal donde no cría ya que necesita zonas de monte bravío cercanos a masas de agua dulce.
Es frecuente verla por la zona de la Dehesa de las Yeguas en Puerto Real, o en el saco interno de la Bahía. Y en Chiclana, por supuesto.
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