Este fenómeno recibe el nombre de "nube iridiscente" y es el resultado de una fascinante interacción entre la luz y las pequeñas partículas de agua o cristales de hielo presentes en la atmósfera.
Su formación está vinculada a dos importantes procesos ópticos: la refracción y la difracción.
Playa Victoria, Cádiz
Aunque las nubes iridiscentes son fenómenos naturales relativamente poco comunes debido a las condiciones precisas que deben darse para su formación. Para que ocurra este espectáculo de colores en el cielo, es necesario que las nubes estén compuestas por pequeñas gotas de agua o cristales de hielo de tamaño uniforme, y la luz del sol debe incidir en un ángulo específico.