Haciendo una de mis rutas extramuros por el Paseo de la Bahía (Cádiz), llegué hasta el marinero barrio de Puntales que, hasta no hace muchos años, permanecía como algo aparte de la ciudad. Ahora todo ha cambiado (para bien). Llegué hasta el nuevo club náutico. Desde allí observé un garitón que se adentraba en el mar. Pertenecía al Castillo de Puntales. Me dije que no tenía mucha idea sobre los avatares ocurridos en él. Así que, una vez en casa, he buscado información. Además, hoy he vuelto con la cámara y he intentado sacar algunas fotos. El tema es complicado porque ahora sigue siendo un recinto militar y las entradas son restringidas (de todos modos se intentará). En esta ocasión sólo he podido utilizar el zoom.
Bahía de Cádiz
Había tres fuertes que protegían el saco de la Bahía de Cádiz
Además del castillo de San Lorenzo del Puntal estaban el de Matagorda y el de San Luis
El fortín de Matagorda, que aguantó durante dos meses, en plena Guerra de la Independencia, un incesante bombardeo por parte de los franceses fue abandonado cuando ya era una ruina por tropas inglesas aliadas de los españoles, que destruyeron todo lo que en el interior del fuerte pudiese ser utilizado para atacar la ciudad fortificada de Cádiz.
El Fuerte o Castillo de San Luis denominado también Port Luis, en la Guerra de la Independencia servía de cobertura y apoyo para muchas de las operaciones proyectadas desde tierra. Actualmente en ruinas, fue tomado por los Cien Mil Hijos de San Luis del Duque de Angulema el 30 de agosto de 1823, durante la Batalla de Trocadero, en la que se enfrentaron los ejércitos liberales españoles contra los absolutistas franceses que apoyaban a Fernando VII.
Castillo de San Lorenzo del Puntal
Imprescindible en la defensa de la ciudad, este castillo fue crucial: protegía el fondeadero de Puntales, cruzaba sus tiros con el de Matagorda y con el fuerte de San Luis para cerrar la parte interior de la Bahía, defendiendo el acceso a la Carraca y evitaba posibles desembarcos para la toma de la plaza por la gola. 
gentileza de mde.es'El primer plano de San Lorenzo del Puntal que se conserva se refiere una reconstrucción de un pequeño fuerte emprendida hacia 1587. El nombre que se le otorgó se debe a su edificación sobre puntales en un terreno fangoso.
Vistas desde el espigón del Club Náutico Elcano
El primer fuerte del que se conservan planos, el de 1589 constaba de dos baluartes situados en los ángulos nororiental y suroccidental de un rectángulo de muros en talud. Disponía de varios cañones con sus tiros, un revellin que protegía la entrada y un foso con agua que aún se conserva como entonces. De este primitivo fuerte no queda más que el foso.
En la actualidad el lado oeste está ocupado por dos formidables baluartes de distintas dimensiones con un rediente cada uno, construidos con sillares de piedra ostionera.
Sobre el baluarte derecho sobresale la espadaña de la capilla del fuerte. Las cortinas están colocadas en talud.
Vistas desde el Club Náutico Alcázar
UCA
UCAPara salvar la zanja hay un puente fijo con arcos que conduce a la puerta principal. La puerta da a un patio pequeño flanqueado por sendas cámaras de control. Atravesándolo, conduce al patio de armas.
UN POCO DE HISTORIA
El primer atacante de San Lorenzo fue una flota anglo-holandesa, que aunque no lo logró tomar, sí saqueó la ciudad de Cádiz, en 1595. A raíz de estos hechos se planteó trasladar la ciudad a otro lugar menos vulnerable. Felipe II cambió los planes y dio orden de fortificar la urbe a Cristóbal de Rojas, en 1612.
Otro ataque inglés trece años más tarde destruyó de nuevo el fuerte. La tercera reconstrucción, en 1629, corrió a cargo de Juan de la Fuente Hurtado.
A principios del siglo XVIII se incorpora el foso con agua y un puente levadizo protegido por dos baluartes, flanqueado por veintiocho cañones. Los ataques de la flota anglo-holandesa, en 1704, resultaron infructuosos.
El sitio de Cádiz durante la Guerra de la Independencia supuso el momento más brillante en la pequeña historia del fuerte. San Lorenzo no sólo resistió el acoso francés durante treinta y dos meses de asedio, sino que desalojó a las tropas enemigas del castillo de Matagorda, flanqueó la costa ocupada por los españoles, y batió las baterías enemigas emplazadas al otro lado de la bahía. El cuerpo del hombre que mandaba la fortaleza, José Macías García de Santaella, reposa en su capilla.
En 1862 comenzó una reforma radical en su estructura, dirigida por Rafael Cerezo, que lo conformó su aspecto actual. En 1923 se entregó a la Armada, instalando en 1939 una Base de Lanchas Torpederas. Veinte años más tarde, se convirtió en sede de los buques y del Mando Anfibio de la Flota. Hoy está ocupada por la Estación Naval de Puntales
(Información obtenida del Portal de Cultura de Defensa)
Está protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 , la ley de 1985 sobre el patrimonio histórico y también disfruta de la protección que ofrece la Junta de Andalucía desde 1993 a los castillos andaluces. Actualmente es propiedad militar y está totalmente restringido su acceso excepto para ocasiones destacadas como conmemoraciones históricas o pidiendo permiso en el ayuntamiento de Cádiz el la parte de participación ciudadana.
CLIQUE SOBRE LA IMAGEN
Rafael Rocafull impresionó esta imagen del castillo de Puntales en el último tercio del siglo XIX. Los barcos de vela fondeaban en el interior de la Bahía, al abrigo de los castillos de Puntales y Matagorda. Un coche de caballos espera la llegada de algún cliente para llevarlo hasta la ciudad. La foto pertenece a la colección de Juan Torres. (Memoria de Cádiz)
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