Quería volver a este lugar en esta época de invierno. La otra vez fue en verano, en pleno agosto, creí que me asaba en este roquedo tan singular. Ahora, aprovechando que algunos amigos querían ir, nos hemos dado un "garbeito" por allí.
Parece que cada vez que voy me encuentro un clima extremo. Este sábado hemos escogido uno de los días más fríos de los que estamos viviendo. En fin, tendré que probar cuando llegue la primavera.
Es una rutita cómoda. Después de caminar un poco más de un kilómetro, nos adentramos por la finca. Un poco de barro al principio, pero nada más.
Rápidamente llegamos a Los Banquetillos. Ahora tiene otro aspecto. Cambia la vegetación. Abundan los helechos; el musgo cubre parte de las rocas.
Polypodium cambricum
Calicotome villosa
Cistus
Clematis cirrhosa
Cynoglossum clandestinum
Erodium chium
Erodium cicutarium
Erodium malacoides
Gerarium molle
Ombligo de Venus ( Umbilicus pendulinus)
Vinca minor
Las tumbas se encuentran casi cubiertas por la arenisca y por la vegetación.
De vuelta al poblado de Naveros, entablamos conversación con el dueño del bar. Surgió el tema de otras tumbas situadas no muy lejos . Intentamos ir pero, el frío y que no entendimos bien las indicaciones, nos hicieron desistir en nuestro empeño. Lo dejaremos para mejor ocasión. Será una buena excusa para volver.
LOS BANQUETILLOS EN VERANO (pinche aquí)
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