Playa de la Caleta, Cádiz
República Dominicana
Los primeros habitantes de esta isla pertenecían a grupos aborígenes provenientes de las cuencas de los ríos Orinoco, en Venezuela, y Xingú y Tapajos, en Las Guyanas, quienes se asentaron en el territorio después de cuatro grandes oleadas migratorias.
A partir del tercer grupo que se estableció, fruto de la gran expansión arahuaca, se produjo un desarrollo cultural independiente de las tradiciones aborígenes continentales, originándose así la denominada cultura taína.
Taíno, que en lengua arahuaca quiere decir "bueno o noble", fue el grupo étnico que desarrolló esta cultura y el de mayor desarrollo de la región antillana, el cual encontró Cristóbal Colón al llegar al nuevo continente en 1492. Su estilo de vida era sedentario y simple y estaban dedicados a la caza, la pesca y la agricultura, cultivando yuca, maíz, batata, lerén, maní, ají, yautía, piña, tabaco, entre otros.
El amplio repertorio artístico de los taínos ha perdurado en el tiempo y se expresa a través de obras que fueron elaboras en barro, hueso, concha, piedra y madera.
A partir del barro y del fruto del higüero los taínos fabricaban diversas vasijas y utensilios para sus labores diarias, tales como ollas, burenes y tinajas, cestas, cucharas y vasos. Para la navegación, construían sus canoas utilizando un solo tronco, generalmente de caoba o ceiba.
Con materias primas naturales, los taínos construyeron sus instrumentos de uso cotidiano.
Vivían en bohíos, construidos de yaguas y bejucos y, normalmente, dormían en hamacas. Se dividían en cuatro clases sociales, que eran: los naborías, siervos que trabajaban la tierra para mantener la riqueza de los gobernantes o los principales, y que se encontraban por debajo de la población común; la población común, cuyos bienes eran colectivos; los behíques, sacerdotes que actuaban como intermediarios entre los hombres y los dioses; y también estaban los nitaínos, que formaban parte del grupo de los principales y que asistían a los caciques, los jefes políticos que tenían a su mando una determinada jurisdicción.
La yuca se corta en pedazos, se hierve, fríe, fermenta, guaya o se hornea para convertirse en una gran variedad de alimentos. La torta denominada casabe era elaborada por mujeres utilizando ralladores y hornos.
(Cibucán) Manga tejida con fibras vegetales que servía para extraer el jugo tóxico de la yuca.
Trigonolito o ídolo de tres puntas
Su religión era politeísta, ya que creían en diferentes dioses a los que llamaban cemíes, los cuales fabricaban de piedra o madera. Entre sus divinidades adoraban el dios de la yuca, y a otros que relacionaban con el viento, la lluvia y los huracanes. En honor a sus dioses celebraban el rito de la Cohoba, dirigida por el cacique junto con el behíque, en donde le imploraban por la abundancia de los frutos y la dicha de la raza humana.
Son objetos de culto en la sociedad taina, que representan deidades adoradas por los taínos, incluyendo los antepasados y las fuerzas de la naturaleza. Producido en diferentes formas y tamaños, en madera, arcilla, piedra, concha y hueso, cemíes se guardaban en santuarios especiales en las aldeas taínas y se utiliza en las ceremonias que incluyeron la toma de la cohoba, un alucinógeno.
Vasijas en forma de nave.
Estaban organizados en cinco cacicazgos, cada uno al mando de un cacique, que eran: el cacicazgo de Marién, al mando de Guacanagarix; el de Maguá, al frente de Guarionex; el de Maguana, comandado por Caonabo; el de Higüey, encabezado por Cayacoa y el de Jaragua conducido por Bohechío.
Vasija para inhalación
Como instrumentos musicales utilizaban maracas de madera o de higüero, el mayohabao o tambor, que era confeccionado de un tronco ahuecado que se golpeaba con un mazo, además de fotutos o trompetas de caracol, ocarinas de barro y flautas de caña o hueso.
Estos dibujos contienen una información gráfica sobre fauna, flora, vida ritual y vida cotidiana.
Con la llegada de los españoles, comenzó el proceso de mestizaje de la población en la isla, sin embargo, la influencia taína aún perdura en la cultura dominicana, como en la gastronomía, en el lenguaje y en los nombres de muchos pueblos y puntos geográficos, como en las regiones suroeste y el este, último bastión indígena en la isla.
Después de la visita a la exposición continué mi paseo por las murallas del Campo del Sur.
Los bloques
La Catedral de Cádiz
http://www.jmarcano.com/mipais/historia/tainos.html
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