viernes, 19 de octubre de 2012

El Cintillo-Cañada de los Pedernales-Vereda de los Carboneros-Ubrique

 
Quedé, con el amigo Amarillo, en la Cartuja de Jerez de la Frontera, a las 8´30 horas de la mañana. Y como soy un poco manazas en lo de encontrar sitios fuera de mi entorno, y teniendo que utilizar desvíos, rotondas, salidas de autopistas,... Salí de Cádiz más temprano de lo que debía. Total que me colé en la Cartuja a las 8.
Estaba casi amaneciendo. Saqué una foto al crucero de la entrada y a la fachada de esta histórica edificación. Y visitamos el interior del reciento aprovechando que se celebraba misa.
  
Nos largamos, con el fresquito de la mañana, en dirección a Ubrique. Nuestra intención era pasar una jornada montañera-arqueológica (al final, sólo nos quedó lo de montañera, que no es poco)
Benaocaz 

Allí quedamos con Leandro Cabello, compañero ubriqueño de Facelibro  ( gracias por todo). Primer desencanto: No se puede visitar OCURRI (un acebuche está dañando el muro ciclópeo y se está a la espera de solucionar el problema. Esperemos que dure poco. Aunque me temo que las cosas de palacio marchan despacio.
Nos desplazamos hasta Benaocaz, a la zona del Cinquillo
Dejamos, a nuestra derecha,  la calzada romana que lleva a Ubrique, dirigiéndonos por un camino cementado, que conduce hasta un mirador recientemente construido. Es un balcón desde el que se contempla un maravilloso paisaje.
Volvimos sobre nuestros pasos y nos desviamos hacia la izquierda. Nos incorporamos así a la Cañada Real de los Pedernales que lleva a Ronda.
Fuimos descendiendo por un terreno no muy difícil de patear. Encontramos varios ejemplares de encinas de gran porte.
Un vistazo a nuestras espaldas: Tajos del Cintillo


Las piedras de amontonan para permitir los cultivos en estas zonas pedregosas. Se conocen como majanos. Menudo trabajo para sacar algo de provecho a la tierra. ¡Cuántos sudores habrán costado!.
Amarillo me manda lo siguiente:  Hay un viejo dicho entre pastores que es muy sabio y dice: "Piedra en majano, bocado de oveja."
                         Esparraguera blanca

Carlina gummifera

Ranúnculos
                            Todo el trayecto estuvo jalonado de estas vistosas florecillas
Pozo y canal                                    
Pilar del Pozuelo
         Lo más interesante fue llegar al pilar denominado  Pozuelo. Es una verdadera obra de artesanía.

                                                            El Adrión a la izq. y la Silla

El camino, es un decir, se pierde entre una maraña de rocas y vegetación. Bajamos y subimos como cabras por las piedras (causa de las agujetas que disfruto estos dos días que han pasado).


                En primer plano, El Salto de la Mora y algunos restos de OCURRI (lo  único que pudimos ver)
Este helecho es utilizado en infusión para combatir las piedras en el riñón  (el amigo y jimenato Contreras, de esto sabe un montón) C... me ha salido un pareado o algo parecido, sin pensarlo.
Sedum brevifolium
Un nódulo de pedernal

                            Este es el paso de la angarilla del colchón (vamos, de lo que queda de él)

Este lugar se conoce como La Cruz de la Vieja. Se levantó en recuerdo de una señora que transitaba por estos lugares. Se le hizo de noche y cayó por el precipicio.

A nuestra izquierda, un enorme paredón nos acompaña (cuando el amigo Amarillo ponga la entrada en su blog, tendré  la poca vergüenza de copiar los nombres de los cerros y picos que nos rodeaban y daban sombra,  porque seguro que él los sabe).


Siempre ha quedado a nuestra derecha la mole del Salto de la Mora donde se ubica la ciudad romana de OCURRI (así la llaman por estos lares). Este era uno de nuestros frustrados objetivos para el día de hoy. Esperemos que todo se resuelva y podamos visitar tan importante enclave arqueológico en breve tiempo.
Ocurri
          Carretera Ubrique- Benaocaz y el lugar conocido como La Rana (creo)
                                                             El pico más alto es El Simancón
           Las moles de la Sierra de Grazalema (cara sur de la Sierra del Pinar y el Torreón, en lo más alto).


Ahora el camino tiende a subir (por supuesto, siempre pedregoso).
Este tramo es conocido como la Vereda de los Carboneros. No me explico como podían pasar por aquí las bestias (en mi pueblo, mulos y burros) transportando el negro combustible.

 El paso lo realizamos entre estos dos acebuches que destacaban en lo alto del puerto. Ya estamos en la otra vertiente y bajando.

Al fondo, La Silla
                                                  Recinto donde se practica el arte de Cúchares

Empezamos a descender por una zona bastante inclinada,  con pocos obstáculos, un poco mejor para un cansado caminante. Abundan los algarrobos de un porte no muy grande.


                    No puedo dejar de mirar para todos los puntos cardinales
                                                                     Estamos en la zona de   Ubrique Alto



El Cerro de Fátima, con el castillo de Fátima o Cardela.
 Ubrique tiene tres cruces
Encima de sus montañas,
    Tres manantiales grandiosos
        Que brotan de sus entrañas…


Frente a nosotros apareció la cruz conocida como La Cruz del Tajo. A golpe de zoom, divisamos a dos senderistas, a su pie.
Existe una leyenda relacionada con Ubrique, que da explicación a la ubicación de la Cruz del Tajo. A mediados del siglo XVIII hubo una terrible noche de tormenta. El pueblo, atemorizado, acudió a solicitar su protección al Padre Buenaventura que, mediante rezos logró que no ocurriera ninguna desgracia ante la amenaza de desprendimientos de rocas. Para recordar estos momentos se erigieron tres cruces en tres picos de Ubrique; Benalfí, el Tajo y la Viñuela, y las bendijo para que protegiese al pueblo de tormentas como la pasada.





   
                              Llegamos a un arroyo totalmente seco, lleno de enormes cantos rodados

                        El amigo Amarillo, como un sagaz detective, encontró un trozo  de tégula romana


En un pequeño llano encontramos a un pajarero con un curioso método para capturar jilgueros y a este arriero.
                                                 
                                           Ubrique aparece al alcance de nuestra mano



Ermita del Calvario
 Erigida por el capuchino Fray Buenaventura de Ubrique hacia el año 1700, este templo de pequeñas dimensiones se tenía como última Estación del Via-Crucis que partía de la Ermita de San Antonio recorriendo parte de la sierra ubriqueña.
                            Hay que tener valor para vivir bajo esos enormes tajos
                                                                El Salto de la Mora



Ermita de San Antonio



Hubo muchas restauraciones, pero la mas importante fue en 1886 con la intención de ubicar en ella un reloj que fue adquirido a plazos por la casa cordobesa "Pascual de Gregorio y Compañia". Como curiosidad, cabe decir que posee el mismo diseño y estilo que le que se encuentra en el Big-Ben de Londres.

                                 Tuvimos la suerte de subir a la torre del campanario



                                    Hicimos un pequeño recorrido por las calles del barrio alto.


                                             Desde el mirador de la ermita de S. Antonio


En este bar se reunía la Logia masónica "América". Aquí se daba lectura pública a las noticias procedentes de la guerra de Cuba en 1989.




Desde aquí, nos trasladamos en coche por la carretera de Benaocaz hasta el Cerro de los Paredones ( entre Ocurri y La Veredilla). La toponimia seguramente hace referencia a lo que buscábamos: parte de un acueducto (no tuvimos suerte). Recorrimos un complicado entorno de piedras llenas de aristas. Las rocas parecían talladas a mano. Todo se debe a la acción químico-erosiva del agua sobre ese tipo de rocas.
Es un paisaje KÁRSTICO



Gigantesco lentisco




 Foto Leandro Cabello
Una imagen del acueducto que buscábamos, que se encuentra en la Sierra de los Paredones. Conducía el agua desde la fuente del Castril en Benaocaz hasta la ciudad romana de Ocurri







                                         Un tramo de la calzada romana
                                                        Por allí enfrente, caminamos por la mañana
Sierra del Caillo

Datos técnicos:  Kilómetros a ojo = Unos cuantos.
                         Tiempo = Toda la mañana y algunas horas de la tarde.
                         Dureza = Llevo dos días con agujetas en los aductores.
                          Perfil = Subidas y bajadas a mogollón (y eso que la tendencia general era de bajada)

Nota: El G.P.S. me lo dejé en casa. De todas maneras no tengo ni idea de cómo funciona (estoy a la espera de que el amigo Oneto me de unas clases. Sé que es un manitas en estos menesteres).
 La toponimia la he puesto gracias a JM Amarillo NATURALEZA, SITIOS Y GENTES




5 comentarios:

  1. Buen relato y fotos Paco, como siempre. Como tengo algún retraso en mi blog te pasaré algunos nombres para ilustrar tu entrada. Lo de "poca verguenza" es genial. Pero esto que dices es lo que hacemos constantemente los que nos dedicamos a "divulgar" nuestros paseos. No se puede saber de tó.

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  2. Se me olvidaba. Hay un viejo dicho entre pastores que es muy sabio y dice: "Piedra en majano, bocado de oveja."

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  3. Hermoso recorrido Paco. Has hecho que mi mente retorne a algunos de esos lugare que hace años pise por sus calles y montes.
    Gracias por compartirlos.

    un abrazo

    antonio

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  4. Me ha encantado tu entrada, Paco, me da la impresión de que has disfrutado y sufrido a la vez el paseo, eso pasa en esta sierra canalla, te dejas las piernas subiendo y bajando pero te fascina cuando llegas.
    Por mi hermano supe que todo había ido bien, aunque no encontrárais el acueducto ni pudiérais subir al Salto de la Mora
    Y lo que más me han gustado: tus comentarios, algunos me han parecido muy divertidos y todavía estoy riéndome de los "Datos técnicos" y de la nota que has escrito al final.
    Muy buena entrada, me gusta mucho ver "mi" sierra con los ojos de los demás

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