Las reuniones de comunidades de vecinos son unos «peñazos». Siempre hay problemas (que si no hay dinero, que si hay que subir la cuota, que si el vecino de abajo tiene manchas en el techo,...) Y si además hay que trasladarse a otra localidad, pues ya me dirán. A mi me ocurre esto último pero no me importa, aunque parezca un contrasentido. Porque a donde tengo que ir es a Jimena, y claro, esto no es un problema (siempre aprovecho para escaparme al monte). Así que, cuando recibo una comunicación, lo primero que hago es pensar en la ruta que puedo hacer al día siguiente.
Este viernes pasado, tenía reunión. Y como fue cortita, me dio tiempo de ir al río un par de horas, y no sólo eso, sino que el sábado nos largamos Limas arriba, hasta la Breña de la Madera. Desde aquí bajamos, por caminos de cabras, pegaditos a enormes lajas hasta las ruinas de Capucho y desde aquí hasta el río. En total cuatro horas, disfrutando, en este día tan claro, de paisajes jimenatos de los que uno no se cansa de contemplar.
Scilla monophyllos
Capucho
Al fondo, El Hacho de Gaucín
Una obra de artesanía que resiste el paso del tiempo (techo del horno)
Otospermum glabrum
Río Hozgarganta
Jimena a vista de pájaro
La Pasada de Alcalá
No hay comentarios:
Publicar un comentario