Theba pisana subespecie arietrina
La cosa empezó en la década de los setenta. Mi amigo Andrés, me invitó a participar en las actividades que realizaba el club montañero "Sierra del Pinar" de Jerez de la Frontera . Así me inicié en esta maravillosa actividad de patear los campos y disfrutar de la NATURALEZA. Después de unos años, los avatares de la vida nos llevaron por otros derroteros y perdimos el contacto con el club. Y, como os decía, al cabo de tanto tiempo nos hemos reencontrado gracias a un caracol. Os cuento.
En estos tiempos, ¿ quién no tiene un blog? Un día, hace poco, navegando por internet, me encuentro un blog en el que se menciona un caracol, un endemismo de una zona cercana. Me intereso, y me pongo en contacto con el bloguero a través de otro amigo de DRUTA, que me da su dirección de correo.. Después de un intercambio de mensajes, resulta que era el amigo Amarillo, antiguo compañero de caminatas. Se lo digo a Andrés, y faltó poco para quedar en los territorios del caracol. Eso hemos hecho este viernes pasado.
Después de los abrazos de rigor y de resumir, como podíamos, tantos años sin contacto, el amigo José Manuel nos guió por el Cerro de San Cristobal. Como es de suponer, durante el trayecto, nos pusimos un poco al día de las vivencias de cada uno.
Este paraje que recorrimos, domina desde las alturas a toda la zona de la Bahía por un lado; por otro, Jerez. Es una lugar dedicado a cantera desde muy antiguo (ya informamos en otra entrada del blog). Un enorme retamal lo puebla. Tiene un enorme valor por su fauna , por su flora y por los restos que ha dejado el hombre, con su actividad, a través del tiempo. Desde luego que merece un trato especial. Hay que conservarlo y evitar los actos incívicos, que en algunos puntos del recorrido encontramos.
En las cercanías, además, podemos visitar el yacimiento arqueológico de Dª Blanca. Relacionado con el mundo fenicio y nuestra Bahía.
ranúnculo
Hasta no hace mucho tiempo, en parte, ha sido zona militar. Las cuevas se han utilizado como polvorín. Todavía quedan restos de esa actividad.
Estos parajes, se han conservado muy bien gracias a estar acotados durante mucho tiempo.
El explorador "Indiana Andrés"
Las higueras nos indican la presencia de alguna cueva. Sus raíces buscan la frescura de su interior.
Té de monte ( Jasione montana)
Una actividad prohibida. Por supuesto, que requisamos las trampas que encontramos. Una pena que acaben con estos pequeños insectívoros que tanto beneficio nos proporcionan.
Estuvimos visitando el polvorín denominado "El Civil". Ahora hace las veces de cuadra.
Sobre sus paredes, y a bastante altura, han quedado grabadas fechas e imágenes.
Esta es del año 1864
Una virgen
Figura masculina con barba y bonete.
Nido de barro,(de un insecto alfarero), sobre una rama de tomillo.
Vista de Cádiz desde el cerro. Destaca la estructura del nuevo puente.
Después de la visita al antiguo polvorín, nos adentramos en una zona donde, a cada paso, nos encontramos grandes paredes, oquedades y cuevas. Todas muestran restos de la actividad de los canteros.
En el tramo final del recorrido visitamos una cueva que, por los restos que encontramos, parece que ha estado habitada no hace mucho tiempo.
Una artesanal chimenea
Muy cerca, se encuentra una monumental cueva. Es una auténtica catedral, con sus columnas y sus arcos.
Las imágenes ya las puse en otra entrada en el blog, pero no me resisto a repetir algunas. Son el colofón a una bonita ruta.
Os recuerdo, que todo esto es obra de la mano del hombre, a lo largo de varios siglos.
Raíces dentro de la cueva
Nada más terminar, ya estábamos pensando en la próxima. Ha pasado mucho tiempo, pero seguimos con las mismas ganas de siempre. Un abrazo, amigos.
Hola Paco: bonita y entrañable entrada (el nexo del caracol es genial) que he pasado a algún socio del CMSP para que recordara a viejos amigos.
ResponderEliminarEspero que me pases el e-mail de Andrés (me lo han pedido) para pasarle mis datos.
Un abrazo amigo. Nos vemos pronto (quedaremos para acercarnos a la Mesa de Algar).