lunes, 21 de noviembre de 2011

LA MESA DEL ESPARRAGAL (LASCUTA)


Nuestro objetivo es salir al campo y con la guinda de visitar un lugar con historia, así que, como otras veces digo : Miel sobre hojuelas.

En el km. 8,  frente al cortijo de Las Albarizas, parte un camino rural, sobre la cañada de los Ballesteros, que nos conducirá a un valle. Le da nombre un arroyo que discurre paralelo durante un buen tramo.

Desde un primer momento, nuestro objetivo, permanece a la vista. Está a 2´5 km. de distancia. Pero nosotros nos desviaremos a la izquierda y daremos un rodeo para alargar la ruta.

La otoñada ya es visible
 Se toma la vereda del Esparragal en dirección oeste para llegar al valle del río Álamo. Es una cañada que mantiene su ancho original ( un milagro, si pensamos en las usurpaciones habidas de numerosas cañadas).



 En este cruce de cañadas, giramos a la derecha y nos incorporamos a la denominada de Espartales y Correderas.
 Al sur, siempre nos acompaña  la  silueta enigmática de Peña Arpada y sus enormes torres de piedra.

Macrothorax rugosus


 Río Álamo

 El camino busca las cercanías del río Álamo que destaca por su enorme fresneda.
 Mesa del Esparragal
 La ruta, dejando atrás el río,  va rodeando el cerro de la Mesa  del Esparragal. La situación del terreno y sus condiciones naturales hacen pensar que se trataría de un  lugar apto para el asentamiento de un núcleo de población.


 Después de una pequeña subida, llegamos a las inmediaciones de la torre.
La factura actual es medieval,  más bien almohade, por lo habitual en este pueblo invasor de  la reutilización de sillares romanos, junto con la bóveda de ladrillo, como las dos que existen precisamente en el interior. Una bóveda, "en rosca", en perfecto estado aún, delimita la primera planta,  y la otra, hoy residual en los arranques, separaba la segunda planta de la terraza o atalaya.

 Sobresale como elemento reutilizado una posible estela situada como piedra angular, casi a nivel del suelo; presenta un campo rebajado al que se le ha eliminado la leyenda.


Pero lo que más atrae es la reutilización, como jambas y dintel en la puerta de acceso actual, de tres magníficos sillares de factura romana que debieron pertenecer en otro tiempo a alguna construcción noble.


Interior del arco de  la puerta de entrada.
Detalle del arco donde se inicia una escalera hacia la segunda planta.
Escalones ya gastados y un segundo arco, al final de la escalera.
 Bòveda "en rosca"
Se observan en las cuatro caras tres fases constructivas (o reconstructivas) representadas por tres fajas del paramento, siendo la central la más ancha; pueden referirse cada una a la época púnico-romana, a la almohade (¿o visigoda?) y a la cristiana.
 La misma secuencia es más clara si se observan las sillares de las cuatro aristas. Hasta una altura de tres metros se trata de sillares más grandes y de tipología "romana"; sobre ellos vienen sillares más pequeños y más finamente tallados en piedra de distinta textura y color; los superiores son más pequeños aún y faltan en gran parte.
Los restos cerámicos y la gran cantidad de piedras, hacen pensar en la existencia de un núcleo urbano.
Al fondo, Peña Arpada

 En el cerro más alto se sitúa Medina Sidonia
 A la vista queda Paterna

La fila de árboles nos indican el cauce del río Álamo
 El punto más alto es un buen otero. 
Nos encontramos en una gran explanada con inclinación. En la parte más alta (230 m. de altitud) hay un vértice geodésico. En la parte más baja, y en el lado contrario, se encuentra la torre. La distancia entre ambos puntos es de cuatrocientos cincuenta metros.

Las mayores alturas del Parque Natural de Los Alcornocales aparecen cubiertas de nubes.





Typhaeus typhoeus, hembra


 Se trataría de un asentamiento de origen feniciopúnico y romano, que se conoce por las monedas libiofenicias encontradas, acuñadas en fecha indeterminada, con iconografía púnica y leyendas bilingües  (lskw't).
Los tipos de monedas  nos hablan, a través de la iconografía, de una relación con el templo gaditano.




Lascuta
AS                                                       siglo II AC
28 mm. 15'08 g. V4 (126) 
Anverso: Cabeza de Hércules a izquierda con piel de león. Delante leyenda latina P.TERENT.BODO.
Reverso
Jabalí a derecha. Encima serpiente y leyenda invertida LSKWT. Debajo ley latina NVMIT.BODO.
AS                                                        siglo I AC
20/22 mm. 6'64 g. V6 (127) 
Anverso: Cabeza de Hércules a derecha con piel de león. Delante clava.
Reverso
Elefante a derecha. Debajo leyenda LSKWT.
AS                                                        siglo I AC

20/22 mm. 7'83 g. V7 (127)
 
Anverso: Cabeza viril a derecha. Delante LASCUT (no apreciable).
Reverso: Elefante a izquierda. Debajo leyenda 
LSKWT.
SEMIS                                               siglo II AC
19 mm. 6'60 g. V2 (126) 
Anverso: Cabeza de Hércules a izquierda con piel de león. Clava en hombro izq. Delante LASCUT (monogr.).
Reverso: Altar con dos palmas. Delante y detrás cista y preferículo.


También se conoce Lascuta por ser citada en textos.  Dentro de su obra Historia Natural, Gayo Plinio Segundo (23-24/79 d.C.), hace una descripción del mundo conocido. Lascuta aparece como ciudad estipendaria perteneciente al «Conventus Gaditanus»
 (Del convento Gaditano son, de ciudadanos romanos, Regina; de derecho latino Lepia Regia, Carisa de sobrenombre Aurelia, Urgia, apellidada Castrum Iulium y también Caesaris Salutariensis. Poblaciones tributarias son Besaro, Belipo, Barbésula, Blacipo, Besipo, Callet, Capa junto con Oleastro, Iptuci, Ibrona, Lascuta, Saguncia, Saudo, Usepo )


Aquí se descubrió el conocido como Bronce de Lascuta

 Es una placa con un tratado de hospitalidad latino hallado en 1840 en el yacimiento de Lascuta (Alcalá de los Gazules, en la actual provincia de Cádiz), localidad ubicada en la Bética hispanorromana.
Datado en el año 189 a. C. es, pues, el documento en latín más antiguo de España. Estudiado por Hübner y Mommsen, en el siglo XIX, en el siglo XX fue analizado primero por d'Ors y Saumagne, y más tarde por López Castro. Actualmente se encuentra en el Museo del Louvre (París).

Su transcripción es:
L(ucius) Aimilius L(ucii) f(ilius) inpeirator decreivit, utei quei Hastensium servei in turri Lascutana habitarent, liberei essent; agrum oppidumqu(e), quod ea tempestate posedisent, item possidere habereque iousit, dum poplus senatusque Romanus vellet. Ac(tum) in castreis a(nte) d(iem) XII k(alendas) Febr(uarias).

Y su traducción:
Lucio Emilio, hijo de Lucio, imperator, decretó que los siervos de los Hastienses, que habitaban la torre Lascutana, fuesen libres. Ordenó que tuvieran la posesión y conservaran los campos y el núcleo urbano que hubieran poseído hasta ese momento, mientras quisieran el pueblo y el senado romano. Dado en el campamento el doce antes de las kalendas de Febrero (=el 19 de enero).

OTRO BRONCE: EL DE IPTUCI

Después de patear un buen rato por el entorno, emprendimos el camino de vuelta.
Nos quedan todavía 2 km. ( que se hacen rápidos), por un cómodo camino.



Un original puente en el arroyo Ballesteros

 
                                         Chrysolina bankii





MÁS DATOS

EL BRONCE DE LASCUTA: UN BALANCE HISTORIOGRÁFICO

Parte de la infomación la he obtenido de  Celtiberia.net



(Por un problema, con la tarjeta de la cámara, tuve que utilizar el móvil. Por lo menos pude dejar constancia de mi paso por allí).

2 comentarios:

  1. Bonito paseo, aunque Juan se ve que va iba mas rápido. Que preciosidad (por su emplazamiento) de ciudad antigua guarda esa meseta. ¿Se excavará algún día? y ¿como acabó el bronce de Lascuta en París?.
    Un saludo amigo.

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  2. Ya sabes que yo lo llamo el "bullita" (por algo será).
    En Celtiberia.net la explicación que hay sobre cómo el bronce está en París, es la siguiente:

    El motivo de que esta inscripción tan importante se encuentre allí es que el ingeniero que la encontró era francés; ésta es la explicación que da R. González, aunque otra versión habla de su hallazgo por unos carboneros, de los que lo adquirió en 1867 Lazesky, cónsul belga en España. Fue uno de los bronces latinos más tempranamente hallados en España (lo había precedido el Bronce de Riotinto, documento imperial hallado en el siglo XVIII). El Gobierno español, a comienzos del siglo XX, intentó por vía diplomática la vuelta de la pieza arqueológica a nuestra tierra, pero sin resultado. No obstante, en el ayuntamiento de Alcalá de los Gazules existe una reproducción en bronce y en el Museo Arqueológico de Jerez, una gráfica.

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