viernes, 27 de agosto de 2010

CARLINA RACEMOSA


Este cardo, llamado también uvero, me ha traido "buenos" recuerdos de cuando tenía un montón de años menos. Lo digo, porque cuando era un niño pasaba las vacaciones veraniegas en Jimena y en San Pablo (me obsesionaba subir al Cerro del Oratorio que estaba repleto de uveros.) En cuanto llegaba, me iba al campo. Y claro, aquello era un martirio para mis  pies, calzados con sandalias descubiertas, cuando subía por el cerro. El escozor te duraba bastante tiempo. Pero vamos, no me importaría volver a aquellos tiempos ya lejanos.
Quién me iba a decir a mí  que ahora, como entretenimiento, me dedicaría a fotografiarlos. Las vueltas que da  la vida.

1 comentario:

  1. Pues solo decirte que gracias por las bonitas fotos y comentarte por si no lo sabias que este cardo es muy apreciado por los colmeneros trahusumantes extremeños, al cual llevan sus colmenas despues de traerlas del girasol andaluz, de esta manera hacen reservas de miel para el invierno, la cual dicen es de buena calidad, aunque no tanto su polen. un saludo

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