Esta tarde, dando un paseo por la playa ,me llevé la sorpresa de encontrarme con una sirena y con un sireno acabados de salir del agua. Estaban apoyados sobre el lomo de un enorme pez.
Yo pensaba que las sirenas eran criaturas míticas que supuestamente vivían en los mares del mundo. Pero hoy, yo, he podido comprobar que son verdaderas las historias que se cuentan. Así que le doy la razón a los marineros y pescadores que han contado historias de haber visto sirenas durante siglos.
Algunas sirenas eran criaturas bondadosas, y les concedían los deseos a los marineros que las ayudaban. Para otros navegantes ver a una sirena significaba mala suerte, un presagio de tormenta o un naufragio. También existen los cuentos de las canciones encantadoras de las sirenas, atrayendo a los marineros sobre las rocas, donde sus barcos se rompían en pedazos.
En los cuentos célticos las sirenas tienen la posibilidad de salir del agua y poder convivir con seres humanos.
Lo que nunca había escuchado era la existencia de sirenos. Pero haberlos haylos.
Al atardecer, cuando el Sol trasponía por el horizonte, aprovechando que la marea estaba en lo más alto, desaparecieron entre las olas.
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